Por Lito Santana

Ahora que hemos entrado en el mes de abril y que la Junta Central Electoral (JCE) ultima detalles para la celebración de las Elecciones Generales, Presidenciales y Congresuales del 19 de mayo, se hace necesario que los principales actores, que son los partidos políticos, den lo mejor de sí, para el éxito de esta gran fiesta de la democracia dominicana.

Durante el pasado proceso electoral que culminó con las Elecciones Municipales y Distritales el 18 de febrero, la JCE se entregó por completo para cumplir con su deber, garantizando que cada voto depositado en las urnas sea contado a su destinatario, de acuerdo a la voluntad del ciudadano, que ejerció su derecho a elegir y ser elegido.

En tiempo récord, cinco día después de las votaciones, ya se había finalizado y computado todo lo relativo al escrutinio y transmisión, incluyendo los votos nulos y observados.

No se registró en ningún colegio electoral una impugnación de resultados que afectara la pulcritud del manejo del voto.

Sin embargo, y aun cumpliendo la JCE con su deber y compromiso, se registraron algunos hechos fuera del colegio electoral, que la misma institución ha escuchado y tomado las medidas de rigor para evitar su repetición en las elecciones de mayo.

En ese renglón, se destaca el control de las actividades proselitistas en las cercanías de los recintos electores y el funcionamiento de la Policía Militar Electoral, que debe asumir con mayor templanza sus acciones, para garantizar sus funciones de ley para que se mantenga el orden.

Sin embargo, toca a los partidos políticos trabajar con su militancia para que no se repitan ciertos hechos que han sido reportados, hasta por organismos internacionales, como la compra de cédulas o el retorcimiento de la voluntad ciudadana, mediante el uso de dinero.

En este aspecto, los partidos debían estar más pendientes y convertirse en vigilantes, cuando estos hechos les perjudiquen y denunciarlos de inmediato.

Naturalmente, esos delitos deben ser encarados por la Procuraduría Fiscal creada para esos fines, que debe actuar en consecuencia.

Son ínfimos los detalles pendientes que afina la JCE, como el fortalecimiento de los colegios electorales o ciertos ajustes en Juntas Electorales, si fueran necesarios, por ausencias o renuncias de algunos o algunas de sus integrantes.

Las elecciones del 19 de mayo están a ley de un mes y pocos días, urge asumir responsabilidades para que todo salga bien.