SANTO DOMINGO.- La Asociación de Representantes, Agentes y Productores Farmacéuticos, Inc. (ARAPF) llamó a los dominicanos a mantener la prudencia en estas navidades y ser responsables con el consumo de sus medicamentos.
La entidad, que representa a las empresas que importan, fabrican y comercializan productos para la salud, hizo en un documento remitido a ALMOMENTO.NET una serie de recomendaciones con motivo de las fiestas de navidad. El mismo recoge los consejos de varios médicos especialistas.
NO MEZCLAR ALCOHOL CON MEDICAMENTOS
La doctora Wendy Rosario Medina, especialista en medicina familiar y comunitaria, advierte: “Durante estas festividades vemos con mucha frecuencia que las personas mezclan alcohol con medicamentos de uso común o de uso continuo muchas veces por desconocimiento. Entre los más habituales están los analgésicos, como paracetamol y antiinflamatorios, antigripales, antihistamínicos, ansiolíticos, relajantes musculares y medicamentos para dormir”.
Resaltó que esta combinación puede ser muy peligrosa en razón de que el paracetamol o acetaminofen, por ejemplo, al mezclarse con bebidas alcohólicas puede producir una toxina en el hígado y generar daños o insuficiencia hepáticos.
Agregó que el ibuprofeno, el ácido acetil salicílico y el naproxen pueden irritar el revestimiento del estómago y, al mezclarse con el alcohol, puede generar el riesgo de gastritis, úlceras y sangrado gastrointestinal.
LOS MÁS PELIGROSOS
«Los medicamentos más peligrosos cuando se combinan con alcohol son los sedantes y depresores del sistema nervioso central, como las benzodiacepinas (usadas para ansiedad o insomnio), los opioides (para tratar el dolor), algunos antidepresivos así como el paracetamol, especialmente en dosis altas, por su conocido efecto hepático», destacó la doctora Medina.
Agregó que los ansiolíticos y sedantes, que son depresores del sistema nervioso, pueden generar pérdida de la coordinación, y, por consiguiente, su liga con alcohol aumenta el riesgo de caídas y accidentes. “Con sustancias alcohólicas, el efecto sedante se puede potenciar de manera impredecible, y se podría originar un paro respiratorio, coma o la muerte incluso”, dijo.
PACIENTES CON DIABETES E HIPERTENSIÓN
La ARAPF cita datos de la Federación Internacional de Diabetes en el sentido de que el 12.5% de la población adulta dominicana tiene diabetes, mientras que la Encuesta Nacional de Hipertensión y Factores de Riesgo Cardiovascular, realizada en 2017, indicaba que 30% de los dominicanos adultos eran hipertensos.
Dado esos índices, la entidad considera prudente que la población sepa los riesgos de ingerir licor junto con sus medicamentos habituales.
«Con los medicamentos para la diabetes y las bebidas alcohólicas se pueden producir caídas bruscas de azúcar (hipoglucemia) que, sumadas al efecto del medicamento, pueden llevar a un desmayo o choque insulínico. Mientras que en el caso de la hipertensión arterial se podrían provocar desmayos repentinos o mareos», puntualiza, por su parte, la gastroenteróloga Sherly Ozuna.
Destacó que los medicamentos depresores del sistema nervioso central están entre los más delicados. Entre ellos se cuentan benzodiacepinas (alprazolam o diazepam), opioides (tramadol, morfina o codeína) y somníferos (zolpidem), los cuales están están asociados a patologías como manejo de la ansiedad, insomnio, ataques de pánico y dolor crónico o postoperatorio.
Según la profesional, su ingesta junto con alcohol puede dar pie a depresión respiratoria fatal, pérdida extrema de coordinación, coma y sobredosis accidental.
ATENCIONES EN CASO DE INTOXICACIÓN
Cuando se ha producido la ingesta de licores y medicamentos, explica la doctora Ozuna, suele haber dos tipos de manifestaciones: unas señales inmediatas evidenciadas por reacciones neurológicas y físicas, y otras que se manifiestan un poco después, pero pueden ser muestra de un daño orgánico.
Explica que en el primer caso las manifestaciones son somnolencia extrema, es decir, dificultad para mantener los ojos abiertos o responder a estímulos simples; problemas para hablar (disartria), o sea, arrastrar las palabras de forma mucho más evidente que la mera embriaguez; pérdida de coordinación, tambaleo severo, caídas frecuentes o incapacidad para realizar movimientos finos (como sostener un vaso) y náuseas y vómitos violentos, especialmente si ocurren de forma repentina tras apenas una o dos copas (característico de la mezcla con ciertos antibióticos).
Indica que en el segundo caso se presentan depresión respiratoria, es decir, respiración muy lenta (menos de 8-10 veces por minuto) o irregular (pausas largas entre alientos); palidez extrema o un tono azulado/grisáceo alrededor de los labios y uñas, lo que indica falta de oxígeno; pérdida de conciencia. Esto quiere decir que la persona no se despierta ni siquiera con pellizcos o ruidos fuertes y presenta convulsiones como consecuencia de bajadas drásticas de glucosa (común en diabéticos que beben) o por toxicidad cerebral.
“En este último escenario, hay que llamar a emergencia de inmediato, intentar despertar a la persona llamándola en voz alta o sacudiendo sus hombros con suavidad. Si no responde, presionar con los nudillos con firmeza en el centro de su pecho (el esternón). Si no hay reacción, la persona está inconsciente y es una emergencia crítica”, añade.
Declara que si esto pasa es importante informar con honestidad al personal médico sobre lo que haya ingerido la persona; permitirá una atención más apropiada”, indica la doctora Rosario Medina.
DEJAR MITOS ATRÁS
Otras de las recomendaciones de la gastroenteróloga Ozuna es dejar atrás mitos que se han quedado en la creencia popular, como aquel de que se debe dejar dormir profundamente a la persona tras una borrachera.
“Si se sospecha que toma de medicamentos, dormir podría significar pasar de la sedación al coma. Hay que vigilar a la persona hasta que llegue ayuda médica. No dejarla boca arriba, sino acostarla de lado, pues así se evita que la persona se asfixie o aspire el contenido hacia los pulmones, lo cual es una causa común de muerte en intoxicaciones”, agregó.
Tras advertir que no es bueno darle a beber café, leche o agua, observa que el reflejo de deglución puede estar anulado y podría causar que se ahogue y que también es desaconsejable es inducir al vómito, ya que algunos medicamentos son corrosivos y si la persona está mareada, el vómito podría pasar a sus pulmones.
Agrega que tampoco es recomendable es darle una ducha fría, ya que el choque térmico puede causar una pérdida de conocimiento o empeorar la hipotermia.
