El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó este lunes en Miami que se acerca el día en que todo el continente americano será «libre por primera vez en la historia» con la derrota de las «tiranías» de Venezuela, Cuba y Nicaragua.
«He venido aquí a proclamar que un nuevo día llega a América Latina. En Venezuela y en todo el hemisferio el socialismo está muriendo y la democracia, la libertad y la prosperidad renacen», afirmó Trump en un encuentro en Miami con la comunidad venezolana, que le aclamó con gritos y banderas.
Trump reiteró su apoyo a la causa de la libertad en Venezuela y al presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, al que reconoce desde el 23 de enero como presidente encargado de ese país, y subrayó que esa causa está «ganando en todos los frentes».
Además, se dirigió a los militares y los funcionarios que aún apoyan al régimen de Nicolás Maduro, al que calificó de «marioneta de Cuba», para decirles que «los ojos del mundo entero» están puestos sobre ellos y deben aceptar la oferta de amnistía de Guaidó.
«Buscamos una transición pacífica, pero todas las opciones siguen sobre la mesa», advirtió Trump en uno de los momentos más aplaudidos de su intervención, que estuvo precedida por unas breves palabras de Guaidó por videoconferencia.
El presidente estadounidense vinculó en su discurso lo que ocurre en Venezuela, un país «hecho una ruina» por «la desacreditada ideología» socialista que siempre lleva a «la tiranía», y lo que sucede en Cuba y Nicaragua, y dijo que también el futuro de los tres países está ligado.
«Las horas crepusculares del socialismo están llegando», subrayó Trump, quien aseguró que Estados Unidos nunca va a ser socialista.
A los que apoyan a Maduro, quien -según dijo- prefiere «ver morir de hambre a su pueblo antes que ayudarles», les advirtió de que Estados Unidos «sabe quiénes son y dónde tienen guardados los miles de millones de dólares que han robado».
Ante la madre del policía Oscar Pérez, que se levantó contra Maduro y fue «asesinado vilmente» por las fuerzas de seguridad venezolanas, Trump prometió que la muerte de su hijo, al igual que la de otros que dieron la vida por Venezuela, «no será en vano».
Trump no anunció nada nuevo ni más medidas para presionar a Maduro a dejar el poder, pero enalteció los ánimos de los venezolanos que ven cómo el desenlace de la crisis no llega con un mensaje inequívoco de que están con ellos y no los va a dejar.
El presidente se desplazó en helicóptero desde Palm Beach, donde pasó el fin de semana largo, pues hoy es festivo en EE.UU., junto a la primera dama, Melania, que fue quien le presentó a la audiencia.
En unas palabras dirigidas a los presentes por videoconferencia desde Caracas antes de que Trump hiciera aparición, el propio Guaidó subrayó que hay que aprovechar el momento actual para lograr la «conquista de la libertad» y opinó que Venezuela se debate entre «la democracia y la dictadura, entre la vida y la muerte».
«Debemos aprovechar este momento. El momento es ahora. Venezuela será un país libre y amigo de la región», subrayó.
En el centro de convenciones Ocean Bank de la Florida International University (FIU) se congregaron congresistas y senadores republicanos, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, y la vicegobernadora Jeanette Núñez, así como integrantes de la comunidad venezolana y del exilio político.
Entre estos últimos estuvo el presidente de la Organización de Venezolanos Perseguidos Políticos en el Exilio (Veppex), José Antonio Colina, quien pidió hoy en una carta abierta al presidente Trump que tome la «decisión correcta» en caso de que los militares venezolanos «no cambien de bando» y sea necesario «apoyo militar».
El senador Marco Rubio, al que se considera uno de los artífices de la política estadounidense en contra del régimen de Nicolás Maduro, escribió hoy en Twitter que «sin importar el tiempo que lleve, América (EE.UU.) estará con Guaidó y el pueblo de Venezuela hasta que la democracia sea restablecida» y pidió a los venezolanos que «no se desesperen».
Rubio estuvo este domingo en la ciudad colombiana de Cúcuta, fronteriza con Venezuela, junto al congresista Mario Díaz-Balart y el embajador de EE.UU. en la Organización de Estados Americanos (OEA), Carlos Trujillo, para supervisar el plan para la entrega de ayuda humanitaria que se espera poder ingresar el 23 de febrero.
Todos ellos estuvieron hoy en el acto en el que Trump renovó su compromiso con la lucha por acabar con la «dictadura» de Maduro.
El Partido Demócrata de Florida hizo pública una declaración con motivo del discurso de Trump al que acusa de tener «un doble discurso» respecto a Venezuela, pues, según dijo, a la vez que defiende a Guaidó no para de deportar a venezolanos que piden asilo en EE.UU.
«En un momento de profunda crisis, el Gobierno de Trump continúa castigando a los refugiados venezolanos que buscan la libertad, mostrando que su máquina de deportación continúa impactando a nuestros inmigrantes. Los Estados Unidos debe otorgar un TPS a los venezolanos inmediatamente», dijo la portavoz del Partido Demócrata de Florida Luisana Pérez.
Según cifras divulgadas por los demócratas, el año pasado 21.722 venezolanos solicitaron asilo en Estados Unidos, y en 2017 fueron 27.634. Desde 2015 hay una acumulación de 70.000 peticiones de asilo que involucran a 200.000 venezolanos.
Sin embargo, las deportaciones de venezolanos aumentaron un 36 % en 2017, de 182 deportados en 2016 a 248 en 2017 y hay alrededor de 265 venezolanos detenidos.