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Por Manuel Otilio Pérez P.
El concepto de construcción de casas de madera sobre pilotillos, lo trajeron los estadounidenses propietarios y altos empleados del Ingenio Barahona a sus bateyes, de donde pasó a Hatico-Tamayo.
También había que tomar en cuenta que con los pilotillos y la elevación del piso se resolvían los problemas que acarreaban las inundaciones producidas por las crecidas y el desbordamiento del Río Yaque del Sur en Hatico/Tamayo.
La casa de madera de Tamayo montada en pilotillos más recordada es la de la familia Bueno Pineda, más bien conocida y llamada la casa de Félix Bueno, situada en la Avenida Libertad. Hoy es propiedad de la señora Men, convertida en el hotel de Men.
La segunda casa de Tamayo sobre pilotillos, era la de Doña Anita Arias, ubicada en la hoy Avenida Libertad; tenía escalones para llegar a la tienda que estaba en su piso de madera.
La tercera casa de madera sobre pilotillos de Tamayo estaba en Hato Nuevo, donde vivió Maximiliano Fernández y su familia.
La cuarta casa de Tamayo montada en pilotillos, estaba en la prolongación de la Avenida Libertad más allá de Hato Nuevo, donde el pueblo llama «El Callejón» entre Hato Nuevo y el «puente de Sotero», es la que llamaban la casa de Enrique Jiménez; hoy es propiedad de una familia japonesa.
